Moncini insta al Bari: "Caserta es una garantía y quieren redimirse".

En medio de las montañas de Abruzzo, donde el aire es enrarecido pero las ambiciones son altas, el Bari construye su futuro. La pretemporada en Roccaraso representa la primera prueba para la nueva directiva, a cargo de Fabio Caserta, un técnico meticuloso y decidido, encargado de revitalizar las ambiciones de un club que aspira a volver a ser protagonista en la Serie B. Entre los jugadores del nuevo ataque rojiblanco se encuentra Gabriele Moncini, una cara nueva, pero ya familiar para el técnico calabrés, tras haber compartido la misma experiencia en el Benevento en la temporada 2021/22.
Moncini, nacido en 1996, llegó a Bari como agente libre tras su última temporada en el Brescia. Se unió a Lorenzo Dickmann y Matthias Verreth, exmiembros del equipo de Rondinelle y ahora compañeros, en su nueva aventura en Apulia. El delantero toscano ha elegido el proyecto rojiblanco para relanzar su carrera, con un currículum que habla por sí solo: 322 partidos profesionales, 103 goles marcados y una larga trayectoria que abarca las divisiones inferiores, la Serie C e incluso algunos partidos en la Serie A.
Las primeras impresiones de la pretemporada son alentadoras, como explica el propio Moncini: "La sensación es positiva. Obviamente, estamos ejercitando mucha energía en las piernas entre los entrenamientos en el campo y en el gimnasio. Así que estamos un poco cansados. Sin embargo, se está creando la química adecuada en el grupo. El entrenador Caserta intenta darnos las primeras instrucciones tácticas y sus ideas de juego. Y, por nuestra parte, estamos haciendo todo lo posible por seguirlo". El ambiente en Roccaraso es perfecto. Cansancio, sí, pero también sonrisas y camaradería. El grupo se fortalece día a día, entre ejercicios tácticos y momentos de desenfado. "Es importante intentar trabajar duro con una sonrisa", continúa el delantero del Pistoia, "porque esta pretemporada es el periodo más duro y exigente de toda la temporada. Para que pase lo antes posible y conectar con el grupo, bromear y afrontar todo con desenfado y risas es la mejor manera".
Por su parte, Caserta no deja nada al azar. Su enfoque es riguroso, casi obsesivo en su atención al detalle. El equipo solo tuvo medio día libre, tras el amistoso contra Castel di Sangro. Por lo demás, el ritmo fue intenso y la concentración fue máxima. "Conozco bien a Caserta y su enfoque, ya que compartí con él la etapa en Benevento. Es un hueso duro de roer", asegura. "Sé que si seguimos bien sus instrucciones, podemos lograr grandes resultados". Moncini no oculta sus ganas de revancha tras un año difícil en Brescia. "Estoy con ganas de revancha y quiero redimirme tras una temporada pasada mediocre en Brescia. Quiero recuperarme".
Nacido en Pistoia el 26 de abril de 1996, Moncini desarrolló su carrera futbolística en las categorías inferiores del Prato y la Juventus. Tras sus primeras experiencias en la Serie C, se consolidó en la Serie B con el Cesena, el Cittadella y el Benevento, anotando más de diez goles en más de una temporada. Independientemente de su valor de mercado actual, el potencial del delantero biancorossi aún está por desarrollarse, especialmente en un club vibrante y ambicioso como el Bari. Técnicamente, el jugador se describe con claridad: "Sin duda, en términos de juego en equipo, creo que he mejorado mucho. También porque, en el fútbol actual, un delantero moderno debe impulsar enormemente a todos los niveles. El aspecto que necesitamos mejorar es la consistencia a lo largo del año. La Serie B es una temporada larga, y habrá momentos en que mis piernas flaquearán un poco. Necesito mantener la mente enfocada en el objetivo y encontrar la consistencia adecuada". La Serie B, después de todo, es una liga impredecible, donde nada está garantizado y cada partido puede cambiar el destino de una temporada. "Últimamente", enfatiza, "hay equipos con posibilidades de ganar el campeonato. Y muchos otros, incluidos los considerados favoritos, están pasando apuros. Creo que la Serie B es un torneo maravilloso también por eso. Porque los equipos que empiezan aspirando al ascenso a la Serie A también pueden encontrarse luchando por la permanencia. Es crucial empezar con buen pie. Luego, creo que el sprint final comienza a partir de marzo. La fase estratégica más crucial".
Entre las cosas interesantes que han surgido en estos primeros días de concentración, destaca la especial relación de Moncini con Lorenzo Dickmann, con quien ha compartido campo durante cuatro temporadas: "Te hace sonreír. A mí no, porque llevo cuatro años jugando con él. Estoy contento y espero que me dé muchas asistencias este año para marcar". Determinación, espíritu de sacrificio y una filosofía clara: nunca rendirse. "Algo que mi agente siempre me dice, y mi padre también, es que nunca me rinda, pase lo que pase. Hace poco vi una entrevista con Vieri donde decía precisamente eso. Un gol decisivo puede llegar incluso en el minuto 90". Finalmente, un mensaje a la afición rojiblanca, que sigue expectante, esperando un cambio radical en las perspectivas y ambiciones del club: "Los espero en el estadio y espero lograr grandes cosas con ustedes", el lema de Moncini a su nueva afición. Algunos de los cuales están asistiendo actualmente a la concentración en Abruzzo. Algunos llegarán hoy para asistir al tercer amistoso contra Campobasso. Una prueba útil para poner en práctica lo aprendido durante estos días de trabajo y para seguir construyendo, paso a paso, la identidad de un equipo que quiere volver a hacer soñar.
La Gazzetta del Mezzogiorno